¿Qué hace con las alertas enviadas por el sistema de monitoreo de su empresa? En el día a día, no es fácil monitorear una infinidad de elementos que se quedan bajo la gestión de TI para garantizar la continuidad del negocio. Con ello, la tendencia natural es que, ante incidentes, las decisiones sean tomadas de acuerdo con los dolores y análisis de datos hechos sobre la base de las categorías o características, lo que no siempre es la mejor decisión. Cuando se tiene un problema, normalmente la estrategia es resolver a cualquier costo. El punto es que ese costo no puede ser recurrente y mucho menos eterno.
Y ese tipo de acción tiende a reflejarse en la performance del equipo, en el presupuesto o incluso mostrarse ineficiente a largo plazo. Monitoreo va mucho más allá de instalar herramientas y configurar los niveles de alertas.
Es necesaria una gestión continua de los indicadores, mapear la ubicación y el impacto de cada uno de los ítems monitoreados, mucha documentación del ambiente, equipo bien preparada en los procesos relacionados con esta operación y, principalmente, gestión. Después de todo, una herramienta que envía SMS o correo electrónico de forma automática no resuelve su problema. La tendencia es que las alertas sean ignoradas y los correos electrónicos dirigidos a una carpeta que nadie va a leer. Esto es “Moniboring”.